Origen y uso del "susurrador"

Trujillo Alto, Puerto Rico- La idea de "los susurradores" la traje de Buenos Aires, Argentina. Luego de escuchar los cuentos y ver las fotos de mi amiga Melisa Barillaro y la propuesta poética para el Día de la Mujer en las calles de la ciudad, supe que lo haría en Puerto Rico. Cuando la visité en mayo, vi uno en su casa y me enamoré.

Los "susurradores" son sencillos. Un simple tubo de cartón (de los que se utilizan para enrollar tela), se puede convertir en un lienzo para cualquiera que tenga ganas de crear, imaginar y jugar. Una vez se pintan o se decoran, están listos para ser usados por una pareja. Uno escucha y el otro "susurra".

Según leí en el diario argentino Clarín, se utilizaron en la Feria del Libro de Buenos Aires en mayo del 2009, pero sus inicios se remontan a las calles francesas, cuando un grupo de artistas salió a las plazas a susurrar a los parisinos. Se cree que los iniciadores de esta modalidad fue el grupo de teatro Les Souffleurs. Ellos preguntaban a los transeúntes si querían escuchar y mucho les dijeron que no. Pero a la mayoría les encantó.

En Puerto Rico lo iniciamos en los talleres de Comprensión Lectora organizados por Santillana este verano. Leímos poesía, pero igual se pueden leer cuentos, relatos o cualquier texto breve. Todo depende del tiempo que tenga el que lee y el que escucha. Lo emocionante del "susurrador" es la dimensión de la palabra, el eco, el cosquilleo en la oreja. No digo más. Haga uno y pruébelo. Ideal para pequeños y grandes. Una maestra en los talleres que ofrecí dijo que eran perfectos para enamorar. Haga la prueba.